La Organización Nacional de Ciegos (ONCE), muy cuestionada en los últimos meses, pasa a la contraofensiva con un duro ataque contra Miguel Durán. Hace unas semanas, el presidente del consejo general, José María Arroyo, y el director general, Miguel Carballeda, enviaron una carta a todos los trabajadores y afiliados de la organización en la que tachaban a Durán de ser la `mano negra´ que "trata de desprestigiar a la ONCE como institución y a su alta dirección como grupo de personas".

   Le acusan, en concreto, de airear y ser altavoz de los últimos escándalos que han sacudido con fuerza los cimientos de la Organización Nacional de Ciegos y que han puesto en entredicho a los gestores de la institución, caso de José María Arroyo y del vicepresidente, Mario Loreto.

   De hecho, el pasado mes de febrero, la plataforma opositora PUEDO presentó una querella ante la Fiscalía Anticorrupción por los "presuntos sobresueldos cobrados por los actuales directivos de la ONCE". La Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE (PUEDO) se constituyó el pasado mes de febrero y está liderada por el propio Miguel Durán, Ricardo Gayol e Inocencio Rial, entre otros.

   Pero ahora es Arroyo el que pasa a la ofensiva. En la misiva enviada a los afiliados la ONCE ataca sin miramientos a Durán, un empresario que, según sus palabras, "está acusado por la Fiscalía Anticorrupción de graves delitos para los que se solicitan graves penas (14 años de prisión y 133 millones de euros de multa)", incide en clara referencia al `caso Tele 5´. Pero Arroyo va más allá. En su retahíla de críticas, el presidente de la ONCE también culpa a Durán, su predecesor en el cargo, de la crisis financiera por la que atravesó la Organización Nacional de Ciegos a principios de los 90.

   "El Sr. Durán Campos fue cesado por el Consejo General de la ONCE porque estaba desvirtuando el objeto social de la institución y estaba llevando a cabo una gestión económica muy deficiente (...). Por razones de mínima cortesía se permitió al Sr. Durán Campos que formulara su cese en forma de dimisión (...). Cuando D. Miguel Durán tomó posesión de la Dirección General de la ONCE en 1986, la economía de la organización gozaba de una salud excelente, pues bien, a pesar de que las ventas durante la etapa 1986-1993 siguieron creciendo, se llegó a unas cifras insostenibles con unas deudas asfixiantes y con unas pérdidas que crecían de forma continuada", señala Arroyo.

   Además de la carta, Unidad Progresista (UP), que es el partido que actualmente gobierna en la ONCE, está promoviendo reuniones por todo el territorio español para concienciar a sus partidarios y desprestigiar a Durán, quien en su día también fue miembro destacado de UP. La ofensiva lanzada por la ONCE tiene su razón de ser: el temor de que la plataforma PUEDO les ponga en un serio aprieto en las próximas elecciones de la organización que, en teoría, tendrán lugar en marzo de 2004.

   Es posible, sin embargo, que la fecha se adelante. Otra plataforma de oposición, llamada `Alternativa Social´, así lo ha pedido y a los directivos de la institución no parece disgustarles la idea.